Filamento termoplástico derivado del almidón de maíz, lo que lo hace biodegradable. Es menos resistente y flexible que el ABS pero mantiene una buena rigidez lo que lo hace ideal para impresiones de uso doméstico y profesional. Su temperatura de extrusión es de aproximadamente 200º y no requiere de cama caliente, lo que facilita su proceso de impresión.
Se trata de filamento de plástico duro, resistente al impacto y a altas temperaturas. Es un material que se puede manipular fácilmente, se puede lijar, pintar, taladrar y pegar logrando casi siempre un buen acabado. Es ideal para prototipos profesionales e industriales de bajo coste. Apto para la impresión 3D de productos finales de uso en exteriores.
Su temperatura de extrusión es aproximadamente 260º y requiere de una cama caliente de aproximadamente 70º. Aún con todo, es más flexible que el PLA.
Las tecnologías de impresión 3D por sinterizado láser (SLS) trabajan con diversos materiales que aportan diferentes acabados, principalmente compuestos de polvo de poliamida. Este material plástico proporciona excelentes propiedades mecánicas para fabricar prototipos funcionales, ya que se logran piezas resistentes a altas temperaturas y al contacto con productos químicos. Posee una elevada tenacidad y magníficas características de baja fricción y resistencia al desgaste.
Existen dos variantes:
Poliamida PA: Con una alta resistencia tanto mecánica como térmica.
Poliamida GF: Contiene partículas de fibra de vidrio (ideal para la impresión 3D de piezas finales, gracias a su acabado y aspecto).
La libertad geométrica que ofrece la impresión 3d con SLS como tecnología y las diferentes poliamidas como material, es otra de las características principales que hacen de este proceso una de las mejores opciones para el desarrollo de proyectos, prototipos y piezas funcionales, pues tiene la calidad-precio más recomendable de forma genérica. Además, la poliamida es un material biocompatible y food-safe bajo ciertas condiciones. Los colores básicos de la poliamida son el blanco y el gris, aunque se ofrece la posibilidad de tintes superficiales con colores básicos y lisos, como por ejemplo rojo, amarillo y verde entre otros. La opción de poliamida de color negro también está disponible. Es un material que acepta gratamente diferentes post-procesos, tales como diferentes niveles de lijado, pintado, lacado e incluso mecanizado.
Este material resulta de la fusión de poliamida con partículas de polvo de aluminio. Esta unión da un acabado único, de aspecto metálico, poroso, rugoso y ligeramente áspero. Este material puede ser pintado o barnizado, y destaca sobre ningún otro material imprimible por su dureza, siendo ideal para proyectos de diseño donde el acabo necesite rigidez y de aspecto metálico. Además, es un material resistente al agua.